Te han dicho que un registrador de datos puede ayudarte, pero no estás muy seguro de qué es. No te preocupes, una tarea aparentemente intimidante se puede simplificar según tus necesidades.
Empecemos con su definición, un registrador de datos es un dispositivo electrónico que registra datos a lo largo del tiempo mediante sensores internos o sensores y sondas externas. Estos pequeños dispositivos, que funcionan con pilas, miden y registran multitud de parámetros físicos, como la temperatura, la humedad, la presión y mucho, mucho más.
En pocas palabras, es una solución sencilla y automatizada para tus necesidades de monitorización, que ayuda a garantizar que se cumplan las limitaciones especificadas, sin la molestia de tengas que comprobarlo tú mismo continuamente.
estos 3 pasos pueden ayudarte a elegir el registrador de datos adecuado:
Paso 1: ¿Qué necesitas controlar?
Probablemente te estés rompiendo la cabeza pensando por dónde empezar a elegir el registrador de datos adecuado para el trabajo. Lo primero es lo primero, ¿qué necesitas medir?
Aquí tenemos algunos ejemplos:
Ten en cuenta que seguramente habrá muchas opciones para el registro de datos, independientemente del sector. Sin embargo, a medida que vayamos determinando sus especificaciones, esas opciones se irán reduciendo.
Paso 2: ¿Dónde se ubicará el registrador de datos?
Ahora que sabes lo que necesitas medir, ¿dónde se instalará el registrador de datos? ¿Necesitas controlar los ciclos de cocción, los productos durante el transporte o las duras condiciones de un emplazamiento industrial?
Dependiendo del lugar en el que se vaya a colocar el registrador de datos, deberás comprobar las especificaciones del dispositivo para asegurarse de que está construido para soportar el entorno en el que va a funcionar.
Si va a estar expuesto a los elementos del exterior, asegúrate de que es resistente al agua. Si va a estar expuesto a procesos de cocción a alta temperatura, asegúrate de que puede soportar el calor.
Paso 3: ¿En cuánto tiempo necesitas los datos?
Reduzcamos aún más las opciones. ¿Necesitas los datos de forma rápida o tienes tiempo de sobra? Esta pregunta te ayudará a identificar si necesitas un registrador de datos inalámbrico o un registrador de datos autónomo.
Los registradores de datos autónomos son para quienes no necesitan los datos de inmediato. Muchos pueden configurarse para realizar lecturas en intervalos durante meses. Cuando se termina el trabajo, el registrador de datos se recupera y los datos pueden descargarse directamente en un ordenador.
Aunque pueden utilizarse para muchas aplicaciones, algunos de los usos más comunes de los registradores de datos autónomos son el control de los ciclos de cocción y esterilización, así como los estudios de investigación y desarrollo a largo plazo.
Para aquellos que necesitan sus datos de forma inmediata, los registradores de datos inalámbricos son el camino a seguir. Al igual que un termostato, estos registradores de datos no sólo muestran los datos en tiempo real, sino que los datos se envían directamente a su PC sin tener que descargarlos.
Los registradores de datos inalámbricos son ideales para el control permanente, ya que permiten corregir rápidamente cualquier desviación. Dependiendo del fabricante, algunos sistemas de registro de datos inalámbricos son personalizables, lo que permite al usuario establecer alarmas y enviar notificaciones si se superan los umbrales especificados.
Confiamos en que siguiendo estos tres pasos lograrás evaluar exhaustivamente todas las opciones disponibles y encontrar el registrador de datos más ventajoso para satisfacer tus necesidades. Ya sea que utilices el registrador de datos para asegurar el cumplimiento de las normativas o simplemente para brindarte tranquilidad, esta herramienta esencial te ayudará a ahorrar tiempo y evitar contratiempos.
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