En ocasiones, cuando se trabaja con agua, aceite y otros líquidos no comprimibles, un problema frecuente son los picos de presión extrema que se producen momentáneamente y que pueden dañar la celda de medición de los transmisores de presión. Si en nuestro proceso, es conocido que se dan estos picos de presión o por lo menos que son una posibilidad, se debe utilizar un transmisor de presión con máxima resistencia a la sobrepresión. Se requiere una celda de medición muy estable a largo plazo y una potente instalación electrónica.
Incluso en sistemas cuidadosamente diseñados, puede ocurrir que el cierre rápido o forzado de válvulas como por un impacto, genere una onda de presión en el sistema que esté muy por encima de la presión nominal máxima. Como estos picos de presión solo duran milisegundos, los sistemas de medición usualmente no los detectan y complican el seguimiento de estos eventos generando desgastes no documentados en el dispositivo.
Transmisores de presión
Los transmisores de presión que se utilizan en sistemas con picos de presión momentáneos suelen estar equipados con una amortiguación de picos de presión que filtra los picos de presión de alta frecuencia. Sin embargo, esta medida en ocasiones no es suficiente para asegurar la longevidad de los sensores.
Normalmente el monitoreo y rastreo de causas de picos de presión es una tarea tediosa que no da resultados tangibles y que no se ve relevantemente afectada por propuestas de mejora. Por este motivo, es conveniente elegir un producto capaz de resistir a estos picos de presión, gracias a su alta resistencia.
Para esto, se instalan en los transmisores de presión celdas de medición de mayor rango de medición. Esto permite aumentar considerablemente la resistencia a la sobrepresión, que normalmente es dos o tres veces mayor que la presión nominal.
Transmisores de presión Trafag.
Obviamente, la solución mencionada anteriormente viene con sus desventajas como la pérdida de resolución y precisión. Aquí es donde entran en acción los transmisores de presión Trafag con la opción 5P. Esta opción garantiza una resistencia a la sobrepresión cinco veces mayor que la presión nominal sin pérdidas de precisión.
La potencia de estos transmisores se debe, por un lado, al uso de una celda de medición de película fina sobre acero que resulta extremadamente estable a largo plazo y que ya ha probado su eficacia en miles de ocasiones en las aplicaciones más duras, como la hidráulica móvil.
Si se lleva la supervisión de un medio de medición corrosivo, se dañará la celda de medición de película fina sobre acero. Por ello, en este caso se utilizan transmisores de presión que disponen de una celda de medición cerámica. El inconveniente con esta iteración es que la precisión es ligeramente más baja. Si los transmisores de presión están en contacto con medios corrosivos, la carcasa y la conexión de presión que esté en contacto con estos medios también deberán elegirse consecuentemente. Lo ideal es que sean de titanio o de acero dúplex resistente al agua salada.
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